El desprestigio de una Administración, que a capa y espada confecciona su política, la bautiza, manipula y luego ignora, arribó al limite de lo inaudito concediéndole libertad el pasado martes, al hombre cuyas espaldas están manchadas con sangre inocente durante décadas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario